--TM-Tecnicas de Postproduccion II: ¿Qué tan fuerte debería sonar? (Parte I)

¿Qué tan fuerte debería sonar? (Parte I)

Published On Apr-05-2017

Transcripción

A grandes rasgos, el proceso de mastering consiste en aumentar el volumen general de una canción y aplicar el procesamiento necesario para que la mezcla suene aún mejor. En teoría, es un proceso simple. Los grandes ingenieros de mastering se distinguen por su criterio y buen gusto para saber qué tanto procesamiento aplicar. Una de las principales preguntas es, ¿qué tan fuerte debe sonar la canción? Analicemos algunos lineamientos.

A nivel general, se busca que el volumen percibido de la grabación llegue tan alto como sea posible, sin distorsionar el sonido. Recordemos que todo medio tiene un límite superior de volumen. Para aumentar el volumen percibido, es necesario comprimir la señal, de manera que los niveles más bajos aumenten. Así, el nivel promedio aumenta, lo cual resulta en un aumento del volumen percibido.

El límite superior de volumen es determinado por el medio de grabación. En un vinilo, si el nivel era excesivamente alto, el estilete vibraría tanto que se saldría de los surcos. En la cinta magnética, se alcanzaría una zona de comportamiento no lineal que produciría soft clipping. Cabe mencionar que, a menudo, este efecto era utilizado para generar leve distorsión armónica intencionalmente. Por su parte, en medios digitales, el nivel máximo es denominado full scale, la máxima cifra que se puede codificar con los bits disponibles. Los niveles en audio digital se dan en dBFS y casi siempre son negativos, pues indican cuántos decibeles por debajo del full scale se encuentra el audio. Al alcanzar el full scale se da hard clipping, lo cual produce una distorsión agresiva poco agradable.

Es importante tener en cuenta que esta premisa aplica principalmente para géneros como Pop, Rock, géneros urbanos en general, entre otros. En música clásica o Jazz, se prefiere contar con un rango dinámico mayor, antes que con un volumen mayor.