Transcripción

Probablemente hemos escuchado a profesionales que prefieren un modelo de guitarra sobre otro, un modelo de micrófono sobre otros, un preamplificador específico, una consola de mezcla en particular. La razón suele ser siempre la misma: el sonido propio de cada dispositivo, es decir su “timbre”. 

El timbre de un sonido es la percepción subjetiva que nos permite identificarlo. Por ejemplo, el timbre de un piano es distinto al de un bajo eléctrico. Es por esta característica, que podemos distinguir un bajo de un piano, a pesar de que toquen la misma nota.

Audio 3.3. C3 tocado por un bajo eléctrico

Audio 3.4. C3 tocado por un piano acústico

El timbre es también lo que nos permite reconocer y distinguir voces. Incluso cuando no tenemos contacto visual con la persona, podemos identificar quién es, por el sonido de su voz. 

Analicemos un segundo ejemplo. Escucharemos una grabación de voz, realizada con tres micrófonos diferentes. Busquemos identificar las diferencias en el timbre de cada micrófono.

Audio 3.5. Grabación en un micrófono C12

Audio 3.6. Grabación en un micrófono ELA M 251E

Audio 3.7. Grabación en un micrófono U47

En este momento, se vuelve evidente que la percepción del timbre es un fenómeno subjetivo. ¿Cuál micrófono suena mejor? La respuesta depende de los gustos de cada persona y el sonido que se desea lograr.

En muchas ocasiones, los distintos profesionales involucrados en un proyecto tendrán opiniones contradictorias, por ejemplo, cuál micrófono elegir. En estos casos, es importante escuchar y respetar las opiniones de los demás miembros del equipo de producción.