La música en el siglo XX

Published On Apr-24-2017

Transcripción

Como se ha estudiado con anterioridad, el movimiento musical europeo trascendió fronteras durante el Romanticismo. Esto se evidenció en las obras de carácter nacionalista, escritas por compositores americanos como George Gershwin, Heitor Villalobos, Silvestre Revueltas, Alberto Ginastera y otros. 

Una vez iniciado el siglo XX, los géneros y formas musicales existentes se habían diversificado bastante. Algunos de ellos se inclinaban por una complejidad mayor, mientras que otros preferían una vuelta a lo básico y simple. Se produjo una ruptura evidente con los estilos musicales pasados, como el Romanticismo y el Clasicismo. Se deja de buscar la belleza de la melodía y, en su lugar, se procura captar la atención del oyente con sonidos novedosos. A continuación, se dará una breve reseña acerca de estas nuevas formas de hacer música:

Impresionismo: inicialmente, era un movimiento pictórico, el cual surgió de la obra “Impresión, sol naciente”, del pintor francés Claude Monet. El impresionismo pictórico buscaba la creación de obras mediante trazos o puntos difuminados, de forma tal que la composición no fuera realista, sino que produjera una determinada impresión en el espectador. Este concepto se trasladó a la música, generando obras alejadas de la grandiosidad romántica. En su lugar, buscaban la creación de atmósferas, mediante un tratamiento sutil de las formas y los timbres de los instrumentos. Musicalmente, el Impresionismo sería un movimiento típicamente francés. Uno de los compositores más destacados de este movimiento es Claude Debussy. Se recomienda escuchar la obra “Preludio a la siesta de un fauno”, con el fin de apreciar la sonoridad característica de este estilo.

Audición Recomendada: “Preludio a la fiesta de un fauno” de Claude Debussy

Expresionismo: al igual que el Impresionismo, surge de un estilo pictórico. En el plano musical, se basa en la expresión real y cruda de las emociones o realidades humanas. El compositor más representativo de esta tendencia es Arnold Schoenberg, quien llegaría a desarrollar un sistema compositivo conocido como “dodecafonismo”. Entre las características del Expresionismo, se pueden mencionar el uso reiterado de disonancias para producir tensión continua, la utilización del sistema atonal y la pérdida del concepto de melodía, tal como se le conocía durante periodos pasados. Se recomienda escuchar la obra “Pierrot Lunaire” de Arnold Schoenberg.

Audición Recomendada: “Pierrot Lunaire” de Arnold Schoenberg 

Tanto el Impresionismo como el Expresionismo buscaron ampliar la frontera de la creatividad, la cual fue enormemente ensanchada durante el Romanticismo. Así, la música encontraba cada vez nuevas formas y medios de expresión.