Transcripción

Al finalizar la selección de tomas, se genera un grupo de pistas compiladas (figura 23.16.).

Figura 23.16. Pistas compiladas

Atempado

Estas pistas ingresan al proceso de corrección rítmica. El editor realiza cortes y desplaza el material arrastrándolo con el mouse para editar su posición y aumentar su precisión rítmica. Al hacerlo, debe prestar atención a dos factores: el contexto rítmico y las variaciones. 

Contexto rítmico

El editor debe escuchar todos los instrumentos que suenan simultáneamente en una parte, para comprender el contexto rítmico de la canción y decidir si el material que está editando debe modificarse o no. Escuchemos un ejemplo. En esta canción el riff inicia solo y después se unen el resto de los instrumentos. 

Audio 23.7. Contexto rítmico

Para la audiencia, el riff establece el ritmo de la canción. El editor debe escuchar el contexto rítmico dado por el bajo y la batería, para editar este riff efectivamente durante la introducción. 

Variaciones

Además de buscar una congruencia entre los instrumentos, el editor debe observar los momentos excepcionales en los que un instrumento varía su interpretación rítmica. Por ejemplo, los rellenos o remates de batería. 

Audio 23.8. Variación rítmica

Afinado

Al finalizar la corrección rítmica, el editor inicia la etapa de afinación. Esta etapa, por lo general, se centra en las voces, ya que el resto de instrumentos son afinados antes de iniciar la grabación. 

Algunos cantantes son más precisos que otros. Dada la importancia de la transmisión emocional, muchos productores prefieren conservar una toma con leves desafinaciones, pero con impacto emotivo. Aquí es donde las herramientas de afinación se vuelven sumamente útiles. 

Como vimos anteriormente, algunos DAWs cuentan con ambientes de edición como Variaudio de Cubase o Melodyne de Celemony, los cuales permiten realizar todas las modificaciones de tono, necesarias en una grabación (figura 23.17.).

Figura 23.17. Variaudio y Melodyne