Transcripción

La formación de un abogado define en parte, su modo de ejercer la profesión. Por otro lado, su personalidad y trasfondo, también tienen gran peso en este aspecto. Tres categorías definen sus capacidades de obtener buenos resultados para clientes específicos: su estilo, influencia y discreción. 

• Al hablar de estilo, nos referimos a la relación entre el abogado y el artista, así como su eficiencia en distintos aspectos de la práctica legal. Algunos acompañan al artista constantemente, actuando como un integrante más de la agrupación, lo cual les permite dar asesoría inmediata y concordante con las circunstancias específicas del artista (figura 13..).

Figura. Abogado en concierto del artista

 

Otros abogados, se abstraen del día a día de sus clientes, presentándose solamente durante las reuniones requeridas para negociar. También existen abogados que son negociadores carentes, pero eficientes asesores legales.

Figura. Abogado abstraído del día a día del artista

 

Podemos asumir, que el artista y su personal manager, deben prestar atención y seleccionar un abogado cuidadosamente, con un estilo de trabajo congruente a los objetivos que se desean lograr.

• La influencia es sumamente importante. Un abogado que cuenta con credibilidad, contactos e influencia, obtiene resultados rápidamente. Además, si cuenta con el conocimiento adecuado, es capaz optimizar al máximo los resultados de la negociación. 
  
• Finalmente, la discreción es una característica primordial en un abogado, ya que la implementación de estrategias en la industria musical requiere de etapas de preparación. Si se dan fugas de información durante dichas etapas tempranas, se pone en riesgo la carrera del artista y su continuidad de negocios. En general, es sano asumir que si un abogado es indiscreto con los aspectos de uno de sus clientes, hace lo mismo con todos los demás.