Transcripción

Hasta ahora, hemos discutido las consideraciones más importantes acerca de los primeros dispositivos en la cadena de grabación de audio: el micrófono y el preamplificador. Conozcamos ahora los dispositivos encargados de reproducir el audio grabado: los parlantes y sus respectivos amplificadores. 

Sin importar el sistema de grabación, ya sea analógico o digital, es necesario enviar las señales grabadas hacia un par de parlantes para poder escucharlas. Ahora bien, existen parlantes pasivos y activos, tanto para sonido en vivo como para uso dentro del estudio.

La señal proveniente del sistema de grabación posee un nivel de línea. Si bien su potencia es suficiente para la interconexión de procesadores de audio, no es capaz de mover el cono de los parlantes. Por esta razón, la señal con nivel de línea se envía a un amplificador de potencia o Power Amp (Figura 7.4). La salida del amplificador luego se conecta a los parlantes.

Figura 7.4. Flujo de señal entre el sistema de grabación y el parlante .

 

Es importante mencionar que los amplificadores deben tener la potencia apropiada, según la capacidad de los parlantes a utilizar. De lo contrario, podrían dañarse los parlantes o el amplificador. Adicionalmente, el amplificador utilizado tiene una gran influencia sobre el sonido resultante, por lo que es recomendable utilizar amplificadores de buena calidad.

Existen parlantes que cuentan con su propio amplificador interno, por lo que son denominados “parlantes activos”. A diferencia de los parlantes pasivos, que no poseen un amplificador interno, los parlantes activos pueden recibir la señal directamente del sistema de grabación, pues el amplificador se encuentra dentro de ellos.