Transcripción

Veamos cómo se masteriza una canción. Al final del proceso de mezcla, se obtiene un archivo con el formato final de reproducción, que la mayoría de los casos, es un archivo estéreo (figura 28.8). En este caso estamos viendo cómo luce en Cubase, aunque no es un ambiente idóneo para la masterización, pero es el DAW con el que nos hemos familiarizado durante el curso. 

Figura 28.8. Archivo inicial

Iniciemos el proceso. Escuchemos el archivo final de la mezcla. 

Audio 28.6. Mezcla final

Como vimos anteriormente, el primer dispositivo en la cadena de masterización es el ecualizador. Agreguemos uno digital. El objetivo es realizar una modificación sutil para balancear las frecuencias de la canción. Dependiendo del contenido original, el ingeniero de masterización amplifica o atenúa el rango adecuado para compensar cualquier exceso en el espectro. Escuchemos el contraste antes y después de la ecualización.

Audio 28.7. Ecualización (antes)

Audio 28.8. Ecualización (después)

Procedamos agregando un compresor. En la masterización, el objetivo de agregar procesamiento dinámico es proporcionar más empuje o "punch" al sonido y reducir los picos de la señal para poder aumentar su nivel general. 

Audio 28.9. Compresión (antes)

Audio 28.10. Compresión (después)

Además de aplicar compresión, la masterización implica el uso de un dispositivo especializado, llamado limitador. Veámoslo a continuación.