Transcripción

A finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX, la llamada “música negra” comenzó a tomar cuerpo, formando así numerosos estilos que llegarían a ser el crisol dentro del cual se forjarían importantes géneros musicales.

El Góspel nació de la necesidad de la población de expresar sus plegarias a Dios. Así, surgió un estilo de música cargado de melodías pegajosas, estructura repetitiva, estilo responsorial y uso de armonía en las voces y letras, las cuales comunicaban un mensaje optimista al hombre. 

Con el tiempo, las melodías del Góspel comenzaron a usarse con letras seculares. Este fue el origen del Soul. La voz mantenía toda su expresividad, pero esta vez hablaba de problemas cotidianos. El Soul llegó a tener una gran diversificación, producto de la fusión con géneros como el Pop, el Jazz y el Country. 

Más adelante, el ritmo se volvería más importante dentro de los productores de Soul, lo cual derivaría en el surgimiento de un nuevo sonido, el R&B.

Finalmente, el ritmo terminó por imponerse, esto, al ser la clave por la cual se regirían todos los instrumentos en el Funk. 

Los géneros mencionados se encuentran estrechamente vinculados, pues forman parte de un mismo proceso de evolución musical. Al comprenderlos, el compositor estará preparado para diferenciar y usar estos géneros en su propio proceso de creación musical.