Elaborando la melodía parte I

Elaborando la melodía parte I

Published On Apr-21-2017

Transcripción

Llegados a este punto, ya tenemos prácticamente toda nuestra composición lista. Solo nos falta escribir una melodía, que en este caso, llevará la flauta. 

Para elaborar una melodía eficaz, debemos comprender en qué parte de la canción u obra musical estamos ubicados. Nuestra composición es corta, se divide en dos secciones claramente definidas: una suave y tranquila que se extiende durante los primeros ocho compases, y otra más intensa que se desarrolla desde el noveno compás hasta el final de la obra. Por esta razón, la melodía debe reflejar la tranquilidad de la primera parte y la intensidad de la segunda. A continuación, se darán algunas ideas para elaborar una buena melodía:

  • Una de las formas más comunes de generar contraste e interés en la melodía, es darle características según la sección de la canción. Por ejemplo, si estamos en una parte tranquila, la melodía puede ser larga, es decir, usar muchas figuras como redondas y blancas, cuya duración es extensa. Por otro lado, en la parte intensa se pueden usar ritmos más rápidos, por lo que la melodía llevaría más negras y corcheas. 
  • Otra forma de generar contraste en la melodía, tiene que ver con el registro o altura de la misma. Si tenemos una parte tranquila y una parte intensa, lo más común es que en la primera, la melodía se mueva por un registro grave-medio, mientras que en la parte intensa se mueva en un registro más agudo. 
  • Relacionada con las ideas anteriores, las dinámicas también juegan un papel importante en la composición de la melodía. Las melodías de las partes intensas suelen estar escritas con dinámicas más fuertes, que aquellas que se escriben para las partes tranquilas. 

Siguiendo estos parámetros, elaboremos la melodía para nuestra composición. 

Podemos estructurar la melodía de la parte tranquila dependiendo de sus compases. Esta parte de nuestra composición consta de ocho compases, agrupados en grupos de dos compases, los cuales se repiten otras tres veces. Dicho de otra forma, cada dos compases se repite un patrón rítmico-armónico. La repetición de este patrón, constituye la totalidad de la parte serena de nuestra composición. Por esta razón, la melodía de esta primera parte se mueve en un registro agudo. Sin embargo, a medida que avanzan los compases, la melodía va tomando una dirección ascendente, hasta el punto en que cada patrón de dos compases, la melodía se encuentra un poco más alto que la vez anterior. Esto se hace con la finalidad de que la música vaya dirigiendo la tensión, hacia la segunda parte de la composición, la cual es más intensa.