Transcripción

Como vimos anteriormente, la longitud de onda se relaciona directamente con el comportamiento del sonido al incidir en una superficie. Si la masa del obstáculo es mayor a la longitud de onda, el sonido rebota, pero si la longitud de onda es mayor al obstáculo, esta lo rodeará, produciéndose el fenómeno conocido como “difracción” (Figura 11.19.).

Figura 11.19. Difracción y reflexión.

 

Recordemos que los sonidos se conforman de varias frecuencias. El contenido espectral del timbre de un sonido, incluye numerosas frecuencias, además de la fundamental, de manera que los obstáculos acústicos solamente bloquean el sonido parcialmente. Por lo general, las frecuencias graves siempre encuentran formas de traspasar los obstáculos. Por ejemplo, cuando se escucha un concierto a lo lejos, los sonidos más claros son las frecuencias graves. Estas logran propagarse a través de largas distancias. 

Entonces, el fenómeno de la sombra acústica se produce cuando un obstáculo detiene la propagación del sonido, aunque sea parcialmente. En los estudios de grabación, los casos en los que la mayoría de la energía es reflejada por el obstáculo, se dan por reflexión contra las paredes del cuarto. 

Sin embargo, el fenómeno sucede también cuando la onda se encuentra con un objeto contundente. Cuando la onda de sonido es incapaz de rodear el obstáculo, se genera un espacio de sombra acústica detrás de dicho objeto (Figura 11.20.). Por ejemplo, si colocamos un parlante al frente de una columna. Las frecuencias agudas cuya longitud de onda sea inferior al diámetro de la columna rebotarán o serán absorbidas, creando una sombra acústica detrás de la columna. 

Figura 11.20. Sombra acústica.