Transcripción

Analicemos primero algunas consideraciones importantes sobre el espacio acústico en el que se encontrarán los amplificadores.

Debido que en la mayoría de ocasiones se emplean técnicas close miking para el microfoneo del amplificador, el espacio acústico podría parecer, en cierta medida, irrelevante (Figura 19.1). Es cierto que al utilizar close miking, el espacio acústico es de menor importancia que si se utilizan técnicas como distant miking, o más aún, room miking. No obstante, sí debemos tener en cuenta los puntos que expondremos a continuación.

Figura 19.1: Microfoneo de amplificadores

 

• Muchos ingenieros de grabación recomiendan que los amplificadores sean grabados a un volumen fuerte, especialmente si son de tubos. Por lo tanto, podría ser preferible grabar amplificadores de menor capacidad en watts. Un amplificador americano de 60 watts y cuatro bocinas de 10 pulgadas es capaz de producir 128 dB SPL, con su perilla de volumen en 2 de 10.

• Tomando en cuenta la gran cantidad de presión acústica que producen los amplificadores, se recomienda utilizar un espacio con aislamiento acústico, con el fin de que el sonido excesivamente fuerte no se filtre al mismo nivel hacia afuera.

• El alto nivel de presión acústica también hace recomendable contar con absorción en el espacio de grabación, para así reducir la reverberación producida. De manera adicional o alternativa, es posible agregar paneles acústicos alrededor del amplificador.

• Se recomienda mantener el micrófono a una distancia no menor de 30 centímetros con respecto al suelo. Con esto, se evita que los rebotes del sonido contra este produzcan desfases indeseados en la grabación resultante. De manera alternativa o adicional, se puede agregar una alfombra u otro material absorbente debajo del micrófono.