Transcripción

Volvamos al ejemplo del ensamble de cuerdas que escuchamos anteriormente. Todos los instrumentos, a excepción del contrabajo, se encontraban en el mismo cuarto de grabación (Figura 17.6). Si bien cada instrumento está aislado en cierta medida uno de otro por medio de paneles acústicos, el bleeding o la interferencia de los demás instrumentos en cada micrófono dispone una preocupación. 

Figura 17.6: Distribución de los músicos del quinteto de cuerdas

Desde un inicio, se deseaba lograr una grabación en la que cada instrumento estuviera claramente definido y separado de los demás. Esto es una perspectiva de grabación que difiere de la técnica más conservadora, en la que los músicos se ubican sentados uno al lado del otro, mientras son captados por uno o dos micrófonos.

Una vez ubicados los músicos y posicionados los paneles alrededor de ellos, nos encontramos con la siguiente interrogante: ¿a qué distancia deberíamos colocar los micrófonos? Debemos tomar en cuenta que los instrumentos de cuerda frotada pueden sonar estridentes si son captados por un micrófono cercano. Por lo tanto,    es muy recomendable  elegir técnicas de distant miking. No obstante, debido a que múltiples músicos se encuentran en el mismo cuarto, a pesar de contar con paneles acústicos, el sonido se filtrará en cierta medida de un instrumento a otro. Por lo tanto, cuanto más lejos ubiquemos el micrófono del instrumento, más se captará el sonido proveniente de otros instrumentos, es decir, el bleeding (Figura 17.7).

Figura 17.7: Distancia del micrófono con respecto al instrumento

En este caso, se optó por un punto medio. Se acercó el micrófono al instrumento a pocos centímetros. Luego, se empezó a alejar el micrófono hasta que la grabación resultante sonara natural, balanceada y con una muy leve cantidad de reverberación de tal manera que el instrumento no suene como si estuviese “pegado al parlante”. El resultado es un posicionamiento intermedio entre close y distant miking (Figura 17.8).

Figura 17.8: Posicionamiento del micrófono del chelo

Audio 17.19: Grabación del primer violín

Audio 17.20: Grabación del segundo violín

Audio 17.21: Grabación de la viola

Audio 17.22: Grabación del chelo

Por su parte, el contrabajo se encontraba en una cabina de grabación aislada, por lo que el bleeding no era una preocupación. Por lo tanto, lo único que dictaba a qué distancia se debía posicionar el micrófono, era el sonido que se deseaba obtener. Se optó por colocarlo a aproximadamente 40 centímetros del cuerpo del instrumento.

Audio 17.23: Grabación del contrabajo