Volumen competitivo

Volumen competitivo

Published On Apr-17-2017

Transcripción

Todos los que hemos trabajado en producir nuestro material, lo hemos comparado con las canciones que suenan en la radio y nos hemos preguntado

¿Por qué suena mejor?

Otra pregunta común es: 

¿Por qué el nivel de las canciones en la radio es mayor que el de mi canción?

Respondamos a las dos preguntas. La primera, se debe a pequeños detalles a lo largo de todo el proceso de producción. Los profesionales emplean las mejores herramientas a su disposición, planean sus proyectos con el máximo de sus capacidades, e implementan mediante sus mejores criterios auditivos y conocimiento. El resultado es, un sonido competitivo de alta calidad. 

Para responder a la segunda pregunta, ya sabemos que la masterización se encarga, entre otras cosas, de amplificar el nivel de las canciones, es decir, aumentar su volumen. 

Esta práctica inició en la década de 1950. Al consolidar las mezclas finales en los discos de acetato, los ingenieros encontraron técnicas para optimizar el volumen del producto final. Esto, a los oídos del público llegó a significar que, a mayor volumen, mayor calidad. En otras palabras, cuanto más fuerte sonaba un álbum, su calidad se consideraba superior. Así, nace la tendencia conocida como "loudness wars", que ha permanecido vigente ya por más de 60 años, cambiando de formato del acetato, al CD y llegando a un punto crítico en la música moderna. Observemos la diferencia entre la forma de onda de una canción masterizada de 1960, 1980 y 2010 (figura 28.15).

Figura 28.15. Loudness wars





Para escuchar las diferencias, basta con buscar y comparar canciones de diferentes décadas en géneros similares. 

Loudness wars: ¿inútil?

Algunos ingenieros y consumidores están en contra de la tendencia marcada por loudness wars. Veamos dos argumentos válidos al respecto. 

Al aplicar compresión extrema, se pierden las dinámicas musicales. Es decir, la diferencia entre piano y forte no se logra apreciar porque ambas dinámicas suenan al mismo volumen. Esto degenera la experiencia emotiva de escuchar música, especialmente en géneros acústicos, jazz y música clásica. 

Durante ya muchos años, se han incorporado tecnologías para eliminar la diferencia de volumen entre diferentes canciones. Por ejemplo, en radio y televisión se utilizan normalizadores para que todas las canciones suenen al mismo nivel. Otros sistemas de reproducción en el mundo digital como youtube, spotify o iTunes funcionan de igual manera, eliminando las diferencias de volumen. Invertir tiempo y recursos para aumentar desmedidamente el volumen de un producto musical es inútil en este marco de referencia.